Dentro de las grandes tendencias que protagonizaron el crecimiento del Ecommerce en los últimos años es el gran desarrollo que alcanzaron los marketplaces, que en rigor estuvieron presentes desde el comienzo mismo de los negocios digitales, a fines del siglo pasado, pero que recién lograron un mayor protagonismo en la última década. Muchas empresas fueron descubriendo este canal de ventas y la sumaron como una opción complementaria a una tienda propia, o incluso como punto de venta principal.
Pero existe una cierta confusión sobre a qué nos referimos cuando hablamos de Marketplace, incluso confundiendo el concepto con el de tienda online propia. Se trata de una plataforma centralizada, en dónde personas o empresas se registran y ofrecen un catálogo con todos sus productos, y los compradores pueden ingresar, navegar entre los diferentes vendedores y adquirir el que más les convenga. Se trata de un modelo de “shopping virtual”, en dónde los vendedores obtienen un lugar para ofrecer sus productos, y los clientes la posibilidad de comprar productos y definir entre varias opciones.
Las diferencias con un sistema de comercio electrónico basado en una tienda propia saltan a simple vista, siendo la primera que en lugar de las 2 partes clásicas de vendedor y comprador en este caso encontramos 3: los vendedores, los clientes y la firma propietaria, que desarrolló, administra y mantiene de forma periódica el marketplace. Y si bien este tipo de plataformas virtuales están muy relacionadas con el comercio minorista o B2C, también existen muchos marketplaces orientados al segmento mayorista, que tienen la característica de no tener registro abierto, por ejemplo.
También es importante destacar que el hecho de optar por un marketplace implica para muchas empresas un cambio o adaptación de la estrategia comercial online. Vender sus productos directamente al consumidor por medio de marketplaces de terceros les impone a las compañías tanto ventajas como también ciertas limitaciones, que no tendrían con un Ecommerce propio. Es por ello que encarar un proyecto de este tipo implica una revisión general de todos los aspectos que componen los negocios digitales.
Entre las ventajas que son propias de un marketplace, podemos mencionar:
Otro aspecto a destacar es que muchas firmas eligen desarrollar su propio marketplace, algo absolutamente posible y que le permitiría ofrecer sus productos como también darle un lugar a terceros de vender los suyos, pero que requiere de muchas integraciones y entendimientos nuevos dentro del negocio, que se tendrán que revisar para poder adaptarse al nuevo modelo. Es importante entender las posibilidades de integraciones, y que la solución para plantear este modelo no es una sola.
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